Tras la operación Raúl pasa un día y una noche en cuidados
intensivos, hasta que se aseguren de que todo lo que le han hecho esté bien y no surja ninguna complicación;
pasado este tiempo lo suben a la planta de oncología y a la habitación que se
convertiría en nuestro hogar durante el siguiente mes.
La recuperación parece que va bastante bien, con calma pero
bien, aprendemos a hacer nuestros días en el hospital un poco más amenos
(tenemos el ordenador para ver miles de pelís, nos enganchamos a las aventuras
gráficas, chateamos con los amigos y la familia, hacemos miles de crucigramas,
autodefinidos, sudokus…gracias que existía el kiosco de la esquina!) , cada día
la habitación se parece menos a una habitación de hospital y se asemeja más a
nuestra “base de operaciones”. En poco tiempo conocemos a todas las enfermeras a todas las
personas enfermas y a todos los familiares…además siendo como era Raúl, se
convierte en el alma de la planta de oncología, su buen humor y optimismo tiene
a todo el mundo contento, no podría ser de otro modo, así era Raúl!!
Las pastillas de momento tienen que esperar, al menos hasta
que pasen un par de semanas y la recuperación sea completa; se acerca el
cumpleaños de Raúl (9 de septiembre) y pone todas sus fuerzas para recuperarse
a tiempo y poder pasarlo en casa, pero la falta de movimiento hace que Raúl
empiece a tener problemas de retención de líquidos y todo su cuerpo empieza a
hincharse exageradamente.
Se acerca el día del cumple y Raúl está empezando a decaer
anímicamente, hasta ahora siempre ha sido él el que tenía palabras de ánimo
para los demás y el que con su fuerza y optimismo nos hacía tirar para adelante
con una sonrisa, así que se merece algo realmente especial por eso se nos
ocurre que todas las personas que lo queremos le grabemos vídeos felicitándolo
y haciendo un poco el mono para recuperar de nuevo su energía y que se eche
unas risas. El resultado es increíble! Un montón de amigos nos mandan vídeos y
la familia nos juntamos en una tarde llena de risas en casa para disfrazarnos y
hacer un poco el payaso; cuando le ponemos todos los vídeos a Raúl en el
hospital no se lo puede creer, ríe, llora
y se emociona: “es el mejor regalo de mi vida” (sin duda le volvimos a dar un
poco de cuerda al Raúl de siempre)
Durante ese mes en el hospital la situación se complica
mucho, empieza de nuevo el tratamiento pero la retención de líquidos es extrema
e indica que el riñón está dejando de funcionar, entre sus consecuencias está
que Raúl tiene el “cerebro intoxicado”, así nos lo explicaron y por ello
empieza a hablar sin sentido, a pasar demasiado tiempo dormido y dejar de
moverse; al cabo del mes parece que los médicos están perdiendo las esperanzas,
ya casi ni despierta, no logra comer a penas, ni siquiera parece reconocernos y
las palabras que dice casi nunca tienen sentido…este es un momento
increíblemente duro…no queremos perder la esperanza, nos negamos, Raúl se niega
de eso estamos seguros, pero en el hospital ya no pueden hacer más que cuidarlo y
esperar…así que decidimos que si lo que queda es cuidarlo y esperar no hay
mejor lugar para hacerlo que en casa (desde el primer día que entró, Raúl quiso
salir del hospital y volver a casa, no era muy amigo de los médicos ni
hospitales) así que arreglamos todo para irnos a casa y cuidarlo allí con la
ENORME AYUDA del equipo de cuidados paliativos (PADES) que acudían una vez al
día a visitarnos, ver a Raúl, enseñarnos a ponerle las medicinas, a reconocer
situaciones y reacciones de Raúl, a darnos fuerza y ánimos…
Por fin volvimos a casa, aunque no del modo que queríamos,
pero al menos estamos en casa y en familia.
(dibujo hecho por Elena vc en el que salimos Raúl, Loli, Xebi, David, Javichulo y yo)