domingo, 14 de julio de 2013

UN MES DE HOSPITAL



Tras la operación Raúl pasa un día y una noche en cuidados intensivos, hasta que se aseguren de que todo lo que le han hecho  esté bien y no surja ninguna complicación; pasado este tiempo lo suben a la planta de oncología y a la habitación que se convertiría en nuestro hogar durante el siguiente mes.


La recuperación parece que va bastante bien, con calma pero bien, aprendemos a hacer nuestros días en el hospital un poco más amenos (tenemos el ordenador para ver miles de pelís, nos enganchamos a las aventuras gráficas, chateamos con los amigos y la familia, hacemos miles de crucigramas, autodefinidos, sudokus…gracias que existía el kiosco de la esquina!) , cada día la habitación se parece menos a una habitación de hospital y se asemeja más a nuestra “base de operaciones”. En poco tiempo  conocemos a todas las enfermeras a todas las personas enfermas y a todos los familiares…además siendo como era Raúl, se convierte en el alma de la planta de oncología, su buen humor y optimismo tiene a todo el mundo contento, no podría ser de otro modo, así  era Raúl!!


Las pastillas de momento tienen que esperar, al menos hasta que pasen un par de semanas y la recuperación sea completa; se acerca el cumpleaños de Raúl (9 de septiembre) y pone todas sus fuerzas para recuperarse a tiempo y poder pasarlo en casa, pero la falta de movimiento hace que Raúl empiece a tener problemas de retención de líquidos y todo su cuerpo empieza a hincharse exageradamente.


Se acerca el día del cumple y Raúl está empezando a decaer anímicamente, hasta ahora siempre ha sido él el que tenía palabras de ánimo para los demás y el que con su fuerza y optimismo nos hacía tirar para adelante con una sonrisa, así que se merece algo realmente especial por eso se nos ocurre que todas las personas que lo queremos le grabemos vídeos felicitándolo y haciendo un poco el mono para recuperar de nuevo su energía y que se eche unas risas. El resultado es increíble! Un montón de amigos nos mandan vídeos y la familia nos juntamos en una tarde llena de risas en casa para disfrazarnos y hacer un poco el payaso; cuando le ponemos todos los vídeos a Raúl en el hospital no se lo puede creer,  ríe, llora y se emociona: “es el mejor regalo de mi vida” (sin duda le volvimos a dar un poco de cuerda al Raúl de siempre)


Durante ese mes en el hospital la situación se complica mucho, empieza de nuevo el tratamiento pero la retención de líquidos es extrema e indica que el riñón está dejando de funcionar, entre sus consecuencias está que Raúl tiene el “cerebro intoxicado”, así nos lo explicaron y por ello empieza a hablar sin sentido, a pasar demasiado tiempo dormido y dejar de moverse; al cabo del mes parece que los médicos están perdiendo las esperanzas, ya casi ni despierta, no logra comer a penas, ni siquiera parece reconocernos y las palabras que dice casi nunca tienen sentido…este es un momento increíblemente duro…no queremos perder la esperanza, nos negamos, Raúl se niega de eso estamos seguros, pero en el hospital ya no pueden hacer más que cuidarlo y esperar…así que decidimos que si lo que queda es cuidarlo y esperar no hay mejor lugar para hacerlo que en casa (desde el primer día que entró, Raúl quiso salir del hospital y volver a casa, no era muy amigo de los médicos ni hospitales) así que arreglamos todo para irnos a casa y cuidarlo allí con la ENORME AYUDA del equipo de cuidados paliativos (PADES) que acudían una vez al día a visitarnos, ver a Raúl, enseñarnos a ponerle las medicinas, a reconocer situaciones y reacciones de Raúl, a darnos fuerza y ánimos…



Por fin volvimos a casa, aunque no del modo que queríamos, pero al menos estamos en casa y en familia.

 (dibujo hecho por Elena vc en el que salimos Raúl, Loli, Xebi, David, Javichulo y yo)